La cosa mejor cuando tus amigos se van de fin de semana, puente o vacaciones, es que vuelven con el coche lleno de cositas de comer (al menos los míos hasta la fecha y espero que no pierdan la buenas costumbres)y después hay que organizar un encuentro culinario-gastronómico-festivo; ayer fue uno de esos días de "quedamos a comer", en donde los platos cocinados y degustados fueron todos ellos de productos gallegos recién traídos de Pontevedra, Bayona y Santiago de Compostela. Y además celebrábamos cumpleaños.
Antes de meterme en harina y relataros la crónica del evento, también tengo que contaros que con este post se inaugura el nuevo diseño de "ho mangiato bene", obra de María, que es una sobrina adoptiva que tengo; gracias mil María, es monisímo; a partir de ahora, con tu cambios y las recetas, a todo aquél que lo lea, le va a entrar más hambre. Y otro inciso respecto al nuevo diseño: y es ese pequeñito pastel rosa que aparece en lugar del cursor: de los más "cool".
Y después de este pequeño prólogo, pasamos a la cosa culinaria; hizo ayer un día de esos nublado, con lluvia a ratos y un poquito de frío, que invitaba a comer calentito y guisitos todavía de la estación invernal. Fuimos recibidos a ritmo de música gallega, con sus muñeiras y sus gaitas y una mesa, también muy gallega, que tenía hasta bastón del peregrino (que no se si se llama así).
Los actores y cocineros protagonistas principales fueron Mariví y Toni; la primera encargada de los pucheros y el segundo del comedor, los vinos y el hilo musical; hubo también cocineras-actoras de reparto qe fueron Mariví madre y Maite. Y por último yo,en el papel de cocinera invitada que llegué con plato sorpresa sin avisar, el cual pusimos en el apartado fuera de carta.
No me olvido de lo más importante: el publiquito que degusta los platos: familia Pacheco del Arco al completo (padres, hijos nietos, suegros y suegra); familia Galindo del Arco al completo (padres e hijo) y por último yo que, como se dice ahora, soy familia de un solo miembro, pero que hago tanto ruido como todos los demás juntos.
Pues empiezo a mostraros todo lo que nos comimos; como el resturante de Hoyo de Manzanares es de cinco tenedores, tuvimos hasta menú:
Entrantes: Pimientos de Padrón, choricitos de Lalín y Bienmesabe
Empanada "Casa Mayte" y "Chirlitas de la abuela"
Después de los entrantes, seguimos con los primeros platos: setas con gambas y caldo gallego
Como segundos platos tuvimos lomo con salsa de queso y "patacas" y ensalada gallega, con esa lechuguita verde, verde.
Señores que no hemos terminado, nos quedan los postres: en el menú la famosísima Tarta de Santiago y Queso de Arzúa con Membrillo (no tengo prueba gráfica de los quesos, a esas alturas de la comida, el vinito empezó a hacer su efecto).
Y fuera de carta, una empanada de manzana, amasada con thermomix en un pequeña cocina del Viejo Madrid, el más castizo.
No me quiero olvidar de los vinos, de los que tampoco tengo foto, pero que fueron un Alvariño y unas botellicas de Rioja; todos muy buenos.
Ya en la sobremesa, cayeron los cafés y los orujos de todo tipo: blanco, de hierbas y tostado.
Y lo mismo que he hecho al principio un prólogo, quiero terminar con un epílogo; va a ser muy breve; lo titulo " como se quedan los cuerpos después de tan exquisita comida, hecha con mucho cariño y con unos comensales alrededor de la mesa inmejorables"; no escribo más, porque una imagen vale más que mil palabras.
PD: ¡ como me gusta cuando sale el pastelito rosa en lugar del cursor ¡
Complimenti!
ResponderEliminarGrazie di cuore ¡
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