Este aperitivo es uno de mis preferidos y un clásico imprescindible. Y me trae buenos recuerdos:un restaurante, en la Plaza de Santa Ana, Madrid, que se llama Viñapé (creo que todavía existe), donde los hacían; y todas las veces que he estado con mis padres en este restaurante, siempre de picoteo comiendo sus ricos tigres, que no son más que mejillones, con un poquito de cebolla, tomate, bechamel y fritos.
Después de rebuscar un poco por internet a la búsqueda del origen de este plato no he encontrado nada de nada.
Son muy fáciles de preparar, aunque un poquito laboriosos.
LOS INGREDIENTES:
- 1 kilo de mejillones.
- 1 cebolla no muy grande picada.
- 1 pimiento verde picado.
-1 un poco de tomate frito, lo justo para que todo el relleno quede ligado.
- bechamel (la necesaria para cubrir el relleno).
- aceite de oliva virgen extra.
- sal, pan rallado y huevos (para rebozar los mejillones).
LA PREPARACIÓN:
1) Limpiar y cocer los mejillones con un poquito de sal y una hoja de laurel; una vez cocido dejar que se enfríen; sacar de las cáscaras; cortar los mejillones en trocitos pequeños y reservar; también hay que reservar las conchas de los mejillones.
2) En un sartén, con dos cucharadas de aceite rehogar la cebolla y el pimiento cortados en trocitos pequeños; cuando están listos añadir los mejillones; rehogar un par de minutos y añadir el tomate frito; lo justo para que toda la mezcla de la cebolla, el pimiento y los mejillones quede ligado; ajustar de sal; una vez listo hay que dejar que se enfríe.
3) Preparar la bechamel (yo la hago con 3 cucharadas de harina y 1/2 litro de leche) y dejar que se enfríe.
4) Ir rellenando las conchas reservadas de los mejillones con un poco del relleno y ponerle por encima un poco de bechamel, cubriendo la cascara del mejillón.
5)Pasarlos por huevo y pan rallado y freírlos en abundante aceite caliente.
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